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España Digital 2025: así va a lograr el Gobierno que el 25% de empresas españolas utilicen Big Data e IA

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España Digital 2025: así va a lograr el Gobierno que el 25% de empresas españolas utilicen Big Data e IA

El año pasado en nuestro país, tras una larga tempestad de incertidumbre provocada por el COVID-19, el Gobierno publicaba la Agenda Oficial del “España Digital 2025”. Un plan que contaba con 47 medidas, todas ellas enfocadas al impulso de la Transformación Digital en España.

 

Son varios los motivos por los que se ha diseñado este programa de gran trascendencia: la urgencia de relanzar el crecimiento económico y la productividad después de la pandemia, la necesidad de reducir la desigualdad social o el aprovechamiento de las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías.

 

No obstante, debemos tener en cuenta que “España Digital 2025” está directamente alineado con la propuesta “Next Generation EU” de la Comisión Europea, en donde se piensa destinar gran parte de la inversión a potenciar la Transformación Digital de todos los países miembros de la UE.

 

El exhaustivo Plan España Digital 2025 se divide en 10 importantes ejes, entre los que destaca el número 9, dedicado a favorecer el tránsito hacia una Economía del Dato, garantizando la seguridad y privacidad y aprovechando las oportunidades que ofrece la Inteligencia Artificial.

 

La meta fijada para este noveno eje del Plan es conseguir que el 25% de empresas en este país hagan un uso estandarizado del Big Data y la IA para el desarrollo habitual de sus procesos.

 

La Economía del Dato, un melón aún por abrir en nuestro país

Cada día se generan en el mundo 2.500 millones de GB de datos. El 80% del procesado y análisis de estos datos se lleva a cabo en grandes centros de datos mediante tecnologías THD (Tecnologías Habilitadoras Digitales).

 

Europa se encuentra actualmente estancada de cara al desarrollo de estas tecnologías, por lo que se espera que para el 2025, las compañías europeas sean capaces de implementarlas en sus estrategias para poseer un mayor control sobre sus datos.

 

Y es que tanto en Europa como en España, la Economía del Dato sigue siendo un diamante sin pulir. Algunas de las razones principales por las que en la UE todavía no se ha logrado explotar todo el potencial que tienen los datos son:

 

  • La inexistencia de un marco regulatorio adecuado que dictamine el uso apropiado de los datos
  • La ausencia de marcos de cooperación adecuados para compartir datos entre sectores y entre éstos y las Administraciones Públicas
  • La insuficiente transparencia en la regulación sobre los derechos de propiedad en el ámbito de los datos

 

Con este noveno eje del Plan España Digital 2025, el Gobierno pretende que nuestra nación se convierta en un referente en la transformación hacia una Economía del Dato. Esta transición precisa de una gestión responsable que fortalezca el compromiso del sector público para continuar generando datos abiertos, pues España es uno de los países europeos que más datos de este tipo posee.

 

Para lograr estos objetivos, una de las medidas implantadas en el Plan España Digital 2025 es la de crear la Oficina del Dato, que contará con el liderazgo de un Chief Data Officer capaz de garantizar la buena gobernanza en el uso de datos públicos y de impulsar su utilización por parte del sector público y privado.

 

La Oficina del Dato tendrá la principal función de diseñar estrategias que permitan poner los datos públicos a disposición de empresas y ciudadanos. Además, se encargará de seguir las tendencias europeas en materia de datos, así como invertir esfuerzos en la generación de Data Lakes.

 

Entre las medidas de España Digital 2025 también se encuentra la participación en la “European Cloud Federation”, en donde España desempeñará un rol activo con el fin de impulsar el desarrollo de tecnologías avanzadas de computación de datos, como HPC, Quantum computing o Edge computing, entre otras.

 

 

El desarrollo de la IA deberá darse en el ecosistema adecuado

La Inteligencia Artificial es una de las tecnologías que más rápido se está desarrollando en Europa. Este hecho va intrínsecamente relacionado con el crecimiento gradual del tráfico de datos, pues la IA necesita alimentarse de datos para desarrollar algoritmos y construir la “lógica” de las máquinas.

 

Bien es sabido que esta tecnología ha ayudado a resolver una larga lista de problemas en ámbitos como la salud, la agricultura, la ciberseguridad o el medioambiente. Ahora bien, no debemos olvidar que la IA también puede ser un arma de doble filo, pudiendo generar preocupantes riesgos:

 

  • Discriminación provocada por conjuntos de datos sesgados
  • Decisiones automatizadas difíciles de entender
  • Intrusión en la vida privada de los ciudadanos
  • Uso de la propia IA para cometer actos delictivos

 

Estas amenazas aparecen siempre que no existen unas reglas establecidas para el uso de la IA. Para que esto no suceda, España se suma a la propuesta de la UE de crear una “IA made in Europe”.

 

Tal proyecto pretende crear un ecosistema europeo de excelencia para la Economía del Dato y la Inteligencia Artificial, combinado a su vez con la creación de un ecosistema de confianza en donde se fije un marco regulatorio para la IA.

 

En consecuencia a dicha estrategia, este noveno eje del Plan España Digital 2025 incluye entre sus objetivos impulsar la IA en el territorio español como motor de innovación y crecimiento económico, social, inclusivo y sostenible.

 

Al mismo tiempo, otro gran objetivo para España es el de desarrollar un marco ético y jurídico para la IA basado en valores compartidos y que ponga la IA únicamente al servicio de las personas.

 

Con el propósito de lograr estos ambiciosos objetivos, España Digital 2025 propone la creación de una Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial que contenga las medidas para impulsar el desarrollo y la implantación de la IA en nuestro país, así como su confiabilidad.

 

Al mismo tiempo, el Plan manifiesta también la creación de un Consejo Asesor de Inteligencia Artificial formado por prestigiosos expertos en materia de IA. El rol esencial de estos agentes será asesorar al Gobierno en el diseño y en la revisión de las políticas de IA en España, para su posterior difusión en la sociedad y en las empresas.

 

El éxito de estas estrategias no dependerá solo del Gobierno: la clave reside en la colaboración persistente entre las Administraciones Públicas, las empresas y los ciudadanos. Si cada uno de nosotros cumple con su parte, en 2025 tendremos el placer de convivir junto a una Inteligencia Artificial efectiva, que beberá de una incombustible fuente de datos de valor.