Está de moda, eso es indudable. Los medios, en las conferencias sectoriales, en las charlas entre profesionales se utilizan esos nuevos términos de los que todos hablan, muchos dicen estar haciendo y solo unos pocos hacen bien.
Retrotrayéndome unos años en el sector del transporte, la situación me recuerda muy mucho a lo vivido cuando las empresas empezaban a digitalizarse, allá por el año 2004, en el que los que nos dedicábamos a la tecnología hablábamos de CAN-Bus, (todavía no estaba el estándar FMS popularizado), 3G, ERPs, etc. y un maremagno de letras, nombres y acrónimos que en la mayor parte de las veces solo entendíamos nosotros mismos (los tekies), pero los empresarios del transporte no entendían ni les preocupaban. Si hablamos ahora con cualquier empresario de transporte, seguramente nos den un masterclass en FMS, sistemas de comunicación remota, aplicativos de gestión, sistemas de monitorización de carga, E.T.A. (Tiempo Estimado de Llegada) y muchas otras técnicas y tecnologías que ahora son imprescindibles para el día a día de una empresa de transporte que quiera competir en calidad de servicio y competitividad en la oferta.
Por lo anterior, cada vez más, me da la sensación de estar viviendo un «déjà vu», porque de lo que se habla y en muchos casos no se entiende, es de Machine Learning, Blockchain, Inteligencia Artificial, BI, IoT, Big Data, más un largo etc., de siglas y nuevas tecnologías que dicen estar poniendo en marcha una cuarta revolución industrial. (Para desmontar mitos me permito el lujo de decir que se inició allá por 1971 cuando Intel puso a disposición de las masas el primer microprocesador, democratizando de esta manera el acceso a la computación personal).
Ese batiburrillo, antes mencionado de técnicas (de las que muchos dicen están llamadas a quitarnos el trabajo, yo no lo creo así), necesitan de personas que lideren el cambio dentro de las organizaciones de transporte, para en primer lugar poner órden dentro de la casa.
Porque ahora parece que el que no hace un sistema inteligente que le prediga cuando el operario de taller tiene que cambiar las pastillas de freno del camión, se va a quedar fuera del mercado y no va a ser competitivo frente al resto. NO ESTOY DE ACUERDO.
Desde mi punto de vista lo primero que han de hacer las empresas de transporte que quieran beneficiarse de este tipo de tecnologías es hacerse preguntas de mejora, del estilo de ¿hago muchos kilómetros en vacío?, ¿tengo controlado mi ciclo de facturación y cobro?, ¿estoy automatizando la gestión de las dietas de los conductores para cumplir con la normativa?, ¿cómo puedo saber en tiempo real cuáles son los mejores precios por estación de servicio para repostar mi vehículo? . Por tanto, detectar problemas de negocio, que en el momento actual debido a la dispersión de los datos dentro de la empresa se antojan difíciles de responder.
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